1. ¡Mentalízate!
Así es, lo primero que tienes que hacer es tener en mente tu objetivo. Difícilmente podrás obtener un buen resultado si no estás convencido de lo que realmente quieres. Te ayudará pensar en la mejor razón que te conviene para dejar de fumar. Por ejemplo, mejorar la salud de tu cuerpo, prevenir un infarto al corazón, y ¡hasta mejorar tu economía! (Si fumas una cajetilla por día, ≈ $60.00 x 30 días = ¡$900.00 de ahorro al mes! Piensa cómo podrías usar ese dinero, podría ser un buen premio por haber dejado de fumar).
2. Prepárate
Fumar tabaco está claro que es una adicción. La nicotina en el organismo genera una serie de alteraciones en la neuroquímica del cerebro que finalmente, al no obtener una estimulación por parte de la nicotina, generará mayor neuroestimulación y en consecuencia datos de abstinencia y ansiedad. Recuerda que no estás sólo, y un médico especializado podrá ayudarte en caso de no poder tolerar el retiro del cigarro.
3. Busca una red de apoyo
Tu familia, tus seres queridos, tus compañeros de trabajo... Todos pueden ayudarte a dejar de fumar. Hazles saber a todos que el vicio del cigarro quedó atrás. Ellos te ayudarán a continuar con tu labor de suspender el tabaco, además puedes fomentar que alguien más te acompañe en tu travesía. ¡Qué mejor que un grupo de personas tratando de lograr un objetivo común!
4. Lleva una vida saludable
¿Deseas dejar de fumar? Al llevar un estilo de vida saludable fomentarás cambios en tu estilo de vida. Realiza ejercicio al menos 150 minutos por semana, ayudará a disminuir la ansiedad del dejar de fumar y mejorarás tu salud cardiovascular. ¡Recupera esa capacidad física perdida por el cigarro! También puedes buscar otras opciones como meditación, música, yoga, lectura... Mientras mantengas tu mente despejada y fomentes buenos hábitos para tu salud.
5. Evita esos disparadores
¿Eres de esas personas que combinan el alcohol con el cigarro? Evita esos disparadores o cambia los hábitos a los que estás acostumbrado. Tal vez antes considerabas que después de comer era buen momento para fumar un cigarro, pero podrás cambiarlo por otra actividad como salir a caminar, leer un libro o tomar un buen café.
Recuerda lo siguiente:
La frecuencia cardiaca y presión arterial se normalizan después de 20 minutos de no fumar.
Después de 12 horas los niveles de dióxido de carbono regresan a la normalidad.
Después de 2 semanas la función circulatoria y pulmonar comienzan a mejorar.
Después de 9 meses la respiración logra ser más profunda y limpia, con menos eventos de tos y falta de aire.
Después de 1 año el riesgo de un infarto al corazón se reduce a la mitad.
Después de 5 años el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuyen a la mitad.
Después de 10 años aún presentas la mitad de riesgo de presentar cáncer de pulmón, sin embargo el riesgo de cáncer de laringe o páncreas disminuyen.
Después de 15 años el riesgo de enfermedad arterial coronaria (infarto al corazón) es igual al de una persona no fumadora.
Recomendado para ti, 5 maneras sencillas de prevenir un infarto al corazón.
Autor:
Dr. Sergio Morett Rivera
Cardiólogo Intervencionista
Guadalajara, Jalisco
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